25.5.07

El tren que se muerde la cola


Lo último de Renfe para mantener a los viajeros entretenidos: un juego de ingenio más complicado que el cubo de Rubik.

Lástima que ya no quede ningún revisor para pedirle una pista.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Huy, eso me acaba de recordar a los pictogramas que aparecen en el cartel de los autobuses de Tussam en Sevilla, justo por detrás de la cabina del conductor.

Hay varias indicaciones que aparecen tanto en texto normal como con su dibujito al lado: que los ciegos pueden subir acompañados de su perro guía... cosas así. La mayoría se podría entender sin texto, más o menos.

Pero la más grande, el derroche de ingenio (sic) mayor que he visto nunca es el dibujo que representa "a partir de las nueve de la noche hay que pagar el precio exacto del billete". Hay un reloj que indica las 9, una luna con estrellitas, un puñadito de monedas de euros (porque tienen el símbolo dibujado) y la palabra EXACTO en medio del dibujo.

Cuando lo vi estuve todo el viaje preguntándome si alguien, alguna vez, habría sido capaz de descifrar esos pictogramas sin el texto que lo acompañaban. Quizá algún experto en jeroglíficos egipcions y/o escritura cuneiforme sumeria, ¿no?

:)

Alberto Ramos dijo...

Impresionante. Seguro que esos pictogramas podrán justificar el sueldo de muchos arqueólogos dentro de unos siglos.

Anónimo dijo...

Los arqueólogos aún... ¿te imaginas las clases de antropología del siglo XLV?
"El reloj simboliza la brevedad, de la vida, el tiempo que huye y no se detiene... Aparecen junto a los astros, que volvieron a ser considerados divinidades con el ocaso del cristianismo, así como las monedas, máxima divinidad del panteón capitalista... la palabra EXACTO hace referencia a la necesidad de rigor, a la imposibilidad para el hombre de escapar a las leyes y obligación de ajustarse a aquello que se espera de él..."
Aún así, no me parece tan complejo como los anuncios. Los filólogos clásicos del siglo XXLV se volverán locos interpretando nuestros anuncios... y sacarán unas conclusiones muy erróneas sobre nuestra vida cotidiana analizando las teleseries... ¡ay!

Alberto Ramos dijo...

No creas. Antes o después la vida cotidiana acaba imitando a las teleseries, por ejemplo Los Soprano: ¿has oído hablar de una asociación de padres denominada el AMPA?